Apenas terminó de bailar el adagio, Adabel Guerrero recibió algunas críticas por parte del jurado. Pero, lejos de capitalizar las observaciones, prefirió excusarse con algunos problemas que había tenido durante la semana: “En estos días, vengo muy complicada emocionalmente (…) Con muchos problemas personales y en el teatro”.
Cuando llegó el turno de Marcelo Polino (reemplaza a Carmen Barbieri), le hizo saber que no le había gustado nada lo que había hecho con respecto a las excusas.
El periodista le dijo que no cabían ese tipo de justificaciones para una profesional, pero Adabel insistió: “Yo tengo un millón de quilombos como todo el mundo, pero jamás trato de mostrar nada de eso; sólo había pedido bailar la semana que viene y no se pudo”.
“La queja no va”, insistió Polino. Adabel se quebró y protestó enérgicamente: “¡Si hablás de lo que te pasa no les gusta, y si no hablás tampoco…  No hay p… que les venga bien”, dijo con lágrimas e impotencia.